Eres mi calma, que se revela contra el camino y el deseo que se pierde en lagunas de sangre que bombean cada latido.
Eres mi arroyo, que se pierde por infinitos meandros, que llevan a parar al gran río. Sí, tú, amor, que me estas llevando a mi perdición, lo sé, que eres tú mio, tu corazón, me aferro desde afuera de tu cuerpo, lo manejo con hilos de cabo sueltos, con tenazas ardiendo y fuego frío, olor nauseabundo que nos unimos en el río. Sonora campana que nos avisa en el fin, sombrío sabores que me haces sentir, amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario